El Museo de la Camarga se abrió en 1979 en la antigua majada del Mas du Pont de Rousty, un edificio que se puede comparar con las majadas construidas en Camargue al principio del siglo XIX. Su arquitectura se inspira de las cabañas tradicionales con techos de caña. El museo tiene vocación de "conocer y hacer conocer mejor para proteger mejor" el territorio del delta del Ródano. Materiales característicos, como la arena o el canto rodado, se relacionan con maquetas de paisajes. En este medio ambiente se desarrolló, durante tiempos prehistóricos, una pericia humana : un moldeado de manos trabajando el canto rodado, huesos, un punzón y fragmentos de cerámicas recuerdan aquel remoto pasado. Se ilustra luego la Antigüedad con monedas, tiestos, esculturas romanas ; en frente, varios mapas de la Camarga mostran la evolución de las zonas húmedas y el desplazamiento de los brazos del Ródano. Una parte importante de la exposición es dedicada a la vida en el siglo XIX. Dos maquetas, una de los edificios, otra del conjunto de la finca, permiten comprender la organización de una masada tradicional con una reconstitución parcial de la majada. Los aperos valorizan las diferentes actividades agrícolas o de complemento. En cuanto al siglo XX, se presentan las instalaciones hidraúlicas, la viticultura, el cultivo del arroz, la producción de sal marina, la corrida camargense.