Después de "Guernica" (1936), hay que esperar la posguerra para ver a Picasso pintar cuadros "militantes". "Estoy por la vida contra la muerte ; estoy por la paz contra la guerra" dice en Sheffield en 1950. El templo de la Paz en Vallauris constituye el punto culminante de la obra dicha comprometida de Picasso. El municipio había puesto a la disposición del pintor la capilla románica, abandonada en la Revolución, que dependía del castillo. Es allí donde, durante el verano de 1952, Picasso realizó La Guerra y la Paz : dos composiciones monumentales frente a frente, juntándose en la parte superior al amoldarse a la forma de la bóveda. El antiguo edificio contribuye a dar a La Guerra y la Paz, con sus obvias referencias al arte antiguo, incluso al arte rupestre, un anclaje sagrado y universal. "No hay mucha claridad en esta capilla, dice el artista a Claude Roy, y querría que no se alumbre, que los visitantes tengan velas a la mano, que se paseen a lo largo de las paredes como en cuevas prehistóricas, descubriendo las figuras, que la luz se mueva sobre lo que pinté, una pequeña luz de candela."